
Un pensamiento, uno solo, es el que me persigue e intento acallar. El hecho de no ser ampliamente sociable, enteramente tonta como los demás, simplemente atenta y presta a sacar todo bien como una máquina y pararme a mirar en el recreo el juego ajeno.
Y dicen que suelen ser crueles los niños... ni levantones de falda, ni insultos tempranos... indiferencia, pasando a comprar mi amistad con bocatas. Supongo que lo malo queda y lo bueno se desvanece, así que supongo que valdría la pena. Y al menos... creo y espero que todos echaron de menos una cara más el día de su partida.
Tan sólo sé que la mente que poblaba a esa niña no concordaba con su cara en las fotografías, ni lo seguirá haciendo en la actualidad, por más que intente ahondar en esa apariencia...
"¿Te quedas conmigo?" (Casper)
16 Junio 2009
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