Hoy juzgaré para bien sin prejuzgar a la aligera.
Te doy la oportunidad de ser capacitado para sostenerme sin quemarme.
Te permitiré que cuides mis pasos por un breve instante.
Pero mañana veras compensado tus errores mal pensados.
Se deformara tu forma de pensar antes o despues que se emborrone mi discernimiento.
Porque soñé que dejabas de existir, porque no derramé lágrimas ni por cumplimiento.
Pues tan secos se quedaron mis ojos de maldecir tus miedos que no queda nada para bendecir tu esclarecimiento.
Mañana no habrá nada que decir a este precavido agrupamiento.
23 Febrero 2009
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