
La máscara que en la faz ayer se me adaptó cubrió mi semblante de falso miedo y renovado entusiasmo por arrojarme al estanque más próximo que me otorgue la oportunidad de renovarme enteramente.
Los ánimos se esparcieron por el piso una vez dejaste rasgada la bolsa de la ilusión. Y lo que desorienta más, es que no puedo encontrarlos por más que me paseo desorientada en torno a su rastro. En dicha búsqueda perdí los zapatos, mis ganas de hablar y mi capa de la verdad.
En la búsqueda que me centra encuentro ideas, transparentes versiones de una misma persona y me pierdo yo misma entre tanta palabrería sobrante que no conoce la versión personalizada.
30 Mayo 2009
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