
Empezando por la indiferencia reinante y el sentir de los detalles como único elemento hermoso que te hace pensar que algo merece la pena.

Pero los detalles en consonancia suelen ser fugaces... hasta que alguno pesa más de lo esperado y permanece.




Y lamentaras haber caído en una soledad más demoledora que la propia antes de ampliar tus horizontes.
Pero sin duda alguna, todo es un bucle vertiginoso y sin sentido que te atrapa y te suelta, al igual que intentas imitar vagamente. Rebulliendo interiormente cuando cae la presa. Haciendo nimios pucheros internos cuando eres tu la empresa desechada e invisible.
Hasta la proxima jugada.
17 Mayo 2009
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