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| "Angelene", de Lori Earley. |
Mil colores diferentes entre los que elegir, entras como uno más con un disfraz común y adquieres una forma de ser entremezclada con el resto.
Se abre una nueva historia, otro ámbito en el que empezar de nuevo con otras personas. Convivencias de fin de semana entre vajilla sucia y comida desperdiciada.
Poco se sabe del exterior salvo la ropa con la que vuelves a la vida normal, un mero broche de quien y como es cada cual que conforma la comunidad.
¿Cómo es posible que con tan nimios retoques temporales, en tan poco tiempo, pueda recaer en una persona un deseo mayor de conocer el ámbito total tan solo por la simpatía contagiada que despiertas? Puede que no sea más de un disfraz y sin embargo ha sido del agrado de alguien a quien solo pretendías caer bien y convivir así de forma más amena.
La respuesta está al salir del ámbito, la prueba final.
A pesar de ello... no es justo partir tantos corazones, atraerlos con una red que no controlas mientras con otra te mantienen fuertemente atada a pesar de conllevar con ello algún sufrimiento temporal. Y sin embargo, si eres libre como un pez, ningún tiburón se acercará a no ser que ya haya sido elegido. Combate por la misma presa. Maldita ley de quien se aburre y solo inventa maneras de partir el alma a personas dispares o afines como nosotros...
26 Septiembre 2011
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