"The envy of life", de Dean McDowell |
Pero ese cerco nos ahoga en nube de humo sanguinoliento que provocan mis pupilas mojadas. No soporto ver más allá de mi ensoñación y eso a veces me parte en dos. No soporto perder un ápice de mi cordura tras ese descubrimiento, y tener que sucumbir a tus palabras duras y pesadas.
En un principio pensé que estaba en lo cierto, ahora todo pierde fuerza tras mostrar tu opinión y réplica hacia tu persona. No pidas que pida mejora, esta envidia corroída entre mis nervios a flor de piel no desisten, no crecen ni deben hacerlo. Sucumbir a ellos es lo que necesito evadir.
No soy la única aunque el primer puesto pise sin reconocerlo, pero no me desengancho de esa frustración paranormal que provoca mi mente al más puro estilo monogámico.
25 Abril 2010
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