martes, 16 de octubre de 2012

En altas horas de la madrugada


El sueño rinde mis párpados y aún así conservo fuerzas para replantearme todo. Las horas cercanas o englobadas por la madrugada son las peores según decía un protagonista de una serie conocida...

Pero todo en las series tiene solución, todo en las series, en la ficción no es más que un transcurso de una trama que finalmente acabara como deseamos. Simplemente retrasan lo inevitable.

El estudio saca de la cabeza pensamientos guardados en cajas oxidadas, desvalijadas pero existentes. Siendo fémina algún experto así lo habrá calificado. Porque vosotros no os quedáis con nada, pensáis mayormente en vuestro goce personal, desechando que por miles de razones esas respuestas a vuestros pensamientos plasmados no van a producir daños colaterales. Y si lo hacen será culpa de su mente perturbada y en exceso desarrollada. O aún peor, de estar viviendo los días de su peor semana.

Y luego hay desfachatez continua de pedir favores a alternativas sombras de una pantalla, sea la que sea, teniendo por sentado que en el insensato caso de que se suceda, habrá "reaños" de dejarla con una sonrisa lánguida en los labios.

JA! En este caso no siempre tienes lo que te mereces, estoy segura. Y aún así, dichas incongruencias se vienen dadas por el gusto por los retos, por nuestra parte. Masoquismo lo llaman en ocasiones, pero prefiero llamarlo un reto, una meta hacia la paz final, poniendo a prueba la mente y el cuerpo de experiencias que no buscamos ni queremos mantener. Pero que sin embargo teniéndolo todo fácil se echa en falta algo de ritmo precipitado.

De ahí la continua búsqueda inquieta de la felicidad del ser humano. Y las ganas de ponérselo cada vez más difícil  a costa de dar cuerda a una cabeza poco valorada, no totalmente desarrollada y simplemente perturbada.




27 Enero 2011

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