martes, 9 de octubre de 2012

Muda Transgresión


Transguedir... cambiar... dar un giro completo y dejar la vergüenza en el sillón de tu casa.
Se hace más complicado cuando a cada momento quieres ser de una manera diferente. Al fin y al cabo te estás negando a tí mism@ por cualquier envidia pasajera.
Pero leí una vez algo así como que quien no admira a nadie es que no vive realmente, no aprende. Todos tenemos un modelo a seguir, uno o varios y según creemos vamos tomando cosas y dejamos las que no compartimos.
Y últimamente, mi estudio clínico de ciertas personas o mi situación restrictiva sin motivo lógico y normal me hace cuestionarme mi forma de ser o la forma de derrochar mi existencia por culpa propia y ajena.
Se mezclan aquí varios factores pero que al fin y al cabo acaban teniendo relación sólida en una cabeza insostenible pero soñadora eterna. Y es que si en ocasiones se sueña con tener la vida de otros o su manera de ser, y, consecuentemente, de verla y vivirla, es por creer que uno mismo está malgastando sus años más fértiles de experiencias importantes antes de forjarse un futuro sólido, rutinario y aburrido en una edad adulta que no da más de sí.
Y esta es la cuestión: o me han pasado la página sin que me entere o yo ignorante he dejado que lo hagan, torpemente hablando o actuando conforme unos principios propios. Y encima teniendo que dar gracias por haberlo hecho. Supongo que pensar que el tiempo se me hecha encima es lógico de un temperamento endiabladamente sosegado y comprensivo, parando poco tiempo a exigir que se me comprenda a mí.
Y mientras, volveré a escribir sin que me oigan los que tienen que hacerlo, intentaré estudiar detenidamente el temperamento más inestudiable, y me mostraré interesada en sus gustos extravagantes, dejando de lado lo crucial e importante.
Si no crecí, que no digan que no estuve pendiente...


25 Marzo 2009

No hay comentarios: