El cielo lloraba
De pena o dicha lloraba
Sin descanso mojaba
Y con él, todo a su paso se nubla
Se apacigua, se calma.
No soy más que una de esas gotas que se estrellan
Y pierden consciencia de que un día fueron solidas,
Más que ese suelo que las recoge y forma
En el lago de paz en los que mis ojos nadan.
Ella no es más que el trueno que aviva mi viaje,
Que azota el cielo con sus palabras
Y por un momento se quedan en mente.
No son más que frases pero persistentes.
El cielo encapotado acompaña a ambas
Y nunca sabe a quien agarrar
A quien es similar o con quien jugar
A ser maestro o esclavo
Desnudo o harapo de su mente perversa
Que escapa a los designios de un simple gota...
...Que sube y baja,
Que viaja sin descanso.
Siempre el mismo trayecto,
Adelante y atrás
Y nunca avanza.
Porque la lluvia nos melancoliza
Mata o revitaliza
Ni mal ni bien, tan solo días
Diferentes como estados:
Liquido o congelado
Dichoso o enojado.
A veces acompaña y otras sacude
Pero siempre presente
Para cuando queramos observarle.
29 Octubre 2008
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