Cuántas veces he deseado que sepas leerme la mente, que con un mínimo de mis gestos puedas adivinar que necesito de tu atención o de tu simple complicidad. No sabes leer en mis ojos que te necesito... y sin embargo acudes cuando no es necesario.
No hay nunca termino medio, no sabes empatizar a tiempo, y más de un disgusto me causa.
Mas si yo quiero podre soñar y volar aunque no me acompañes, hasta que caigas en el detalle y me sigas.
No es mi sino suplicar ni tampoco pedir atención... orgullo o tal vez necesidad de no mostrarme necesitada de tí.
Y más de una ocasión siento que amo a un hombre bueno, pero de piedra marmórea, y cuando decidas amarme atentamente seré yo de ese material.
Conclusión, no solemos coincidir en sentimientos al mismo tiempo, no nos necesitamos en el mismo momento, hasta que llega el ocaso y estamos demasiado cansados para evitarnos.
Lo peor es acostumbrarse, pero es la unica forma de no sufrir en vano.
2 Enero 2009
1 comentario:
Si es que eres artista con el trazo y la palabra...
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